Seguir acercando el arte a las personas que habitan el sur de Chile, aportando con ello a la descentralización y democratización de los bienes y servicios culturales, es una tarea que exige siempre más y mejores esfuerzos de parte de quienes hemos asumido el desafío.
Nuestra trayectoria nos ha dejado, entre muchas otras huellas, la lección de que los sueños se alcanzan trabajando con empeño, convicción y colaborativamente. Luego, la gratificación – al hacer realidad lo que parecía imposible – adquiere un sentido de trascendencia, cuando nos reconocemos como parte de un todo diverso, capaz de sobreponerse a la inercia, las dificultades y las discrepancias, inspirado por un objetivo superior: