Pocas veces tenemos en Chile la oportunidad de escuchar un auténtico concierto de Lied. Lo que oímos en el Anfiteatro Lago Llanquihue fue verdadera música. El gran Lied de Schubert interpretado de forma tan íntima, con una pronunciación alemana perfecta y la elegancia más pura en cada frase por la soprano chilena Alyson Rosales, ganadora del Concurso Internacional Dr. Luis Sigall de Viña del Mar 2018, quien vive en Alemania, el corazón de la música y el Lied. Debe mencionarse, además, el mérito, que le corresponde a su primera maestra vocal, Alke Scheffelt, especialista en este género musical. Alyson encantó al público de SMF también con Arias de Puccini y Donizetti, jugando con la dinámica y deleitándonos con sus pianísimos en las notas más agudas, y luego sus crescendo y decrescendo. (Colaboración Italo Riffo).
Como explica Álvaro Gallegos en los Comentarios al Programa: “El presente variado programa lírico se nutre de la ópera italiana, música española y el Lied alemán. Esto último está representado por las modélicas creaciones de Schubert en el género, junto con las posteriores incursiones de Richard Strauss. Poco conocida es la pieza “Dans un bois solitaire” de Mozart, con texto francés, en forma de sencilla arietta, que compuso a los 22 años. Entre los compositores españoles, Turina brilló en la escritura para canto, siendo autor del ciclo “Poema en forma de Canciones” Op.19, del cual se incluyen aquí dos canciones. Joaquín Rodrigo, en tanto, más reconocido por su música para guitarra y conciertos, compuso en todos los formatos, incluyendo la voz, como en sus “Cuatro Madrigales Amatorios”, del cual el cuarto abre este recital. Los autores españoles influenciaron profundamente al maestro chileno Juan Orrego-Salas, quien el pasado 18 de enero cumplió 100 años. En homenaje a su centenario se incluye una canción del ciclo “El Alba del Alhelí”, el cual precisamente refleja una estética hispanista. En cuanto a la ópera, se incluyen cuatro de las más famosas arias para soprano, tomadas de “La Boheme”, “La Rondime”, “Gianni Schicchi” y “El Elixir de Amor”. La tres primeras pertenecientes a Puccini, figura cumbre del género, mientras que la otra es de Donizetti, compositor paradigmático del denominado belcanto.
Incrementando en contraste, se incluyen tres piezas para piano solo de Claude Debussy, compositor francés de la transición entre los siglos diecinueve y veinte, que provocó toda una revolución, innovando en la armonía y en la forma, La primera pieza después del intermedio, Les Collines d´Anacapri, Karina Glasinovich se la dedicó a Flora Inostroza, logrando transmitir la emoción del momento al público.
Fotografías: Osvaldo Guerrrero Águila